viernes, 14 de febrero de 2014

El gobierno de españa está empleando métodos contra la población civil que son ilegales hasta en la guerra.




En relación a los hechos acontecidos el pasado día 6 de febrero del 2014, en los que murieron 15 personas al intentar entrar ilegalmente a territorio español en la frontera de Ceuta con Marruecos.

La guardia civil disparó pelotas de goma contra las personas que intentaban atravesar la frontera a nado mientras estaban en el mar.

Disparar pelotas de goma a personas que están en el agua podríamos compararlo en el ámbito militar y en el contexto de guerra con el acto de disparar a los paracaidistas cuando están en el aire o al ametrallamiento de los náufragos de un hundimiento, algo totalmente prohibido en la convención de Ginebra de la cual España es firmante, así mismo en este mismo acuerdo se obliga a recoger y asistir a los heridos y enfermos. Esto nos muestra que el gobierno de España está empleando métodos contra la población civil que hasta en la guerra y entre militares enfrentados son ilegales, por tanto creo que es un acto que de la forma más suave o mínima que se debería de considerar es de temerario, la siguiente y más lógica sería de intento de homicidio y habiendo habido muertos, como ha sido, directamente es asesinato, y por lo tanto TODA la cadena de mando incluido el ministro del interior y el director de la guardia civil, además de los efectivos que participaron, deberían de ser juzgados por ello, con el agravante de que como militares deben de tener conocimiento explícito sobre las normas pactadas en la convención de Ginebra, e incluso ya que tanto les gusta el término y tan manida y habitualmente lo utilizan, me refiero a "nuestros" gobernantes, podríamos calificarlo de TERRORISMO DE ESTADO, con la más que evidente intención de amedrentar a la población sin importarles lo más mínimo causar muertes y o daños graves.

martes, 11 de febrero de 2014

Disertación sobre los propósitos políticos actuales de la izquierda española y la necesidad de consensuar un objetivo eficaz para conseguir un cambio efectivo:





En mi opinión, tener o no tener un representante monarca no es importante para un gobierno basado en una democracia real, la figura del monarca en este caso solo queda como embajador y como figura para lucir en galas y actos oficiales, que tienen mucho de rancias tradiciones y protocolos. Lo que debería estar claro es que el rey y su familia y el resto de aristócratas, no deberían recibir dinero o bienes públicos, que trabajen a parte (siempre y cuando no represente conflicto de intereses) aunque ostenten el cargo representativo y que las posesiones derivadas del cargo se mantengan patrimonio y puedan ser disfrutadas por todos. Aquí por desgracia la izquierda invierte demasiado esfuerzo en este tema, restando fuerza a luchas verdaderamente importantes, por ejemplo: Una reforma a fondo de la ley electoral y de partidos para acabar entre otras cosas con el bipartidismo y conseguir un sistema democrático plural, también sería premisa importante garantizar la separación real de poderes y su politización, incluyendo el religioso. La implantación del salario mínimo para los políticos creo que sería una buena opción para que las cosas fuesen más equitativas ya que no tardarían en subirlo (sarcasmo). En resumidas cuentas, opino que se mantenga o no la figura del regente/a no es transcendente en un buen sistema democrático, por tanto la izquierda se debería de centrar por ahora no en proclamar una república, que ya llegará si es requisito, si no en poner las bases para que los ciudadanos podamos vivir en un sistema democrático real y equitativo. Y que conste que no soy monárquico, a mí me da igual siempre y cuando exista un buen gobierno, es más creo que el ideal sería la anarquía, pero soy consciente de que estamos a "años luz" de evolución para conseguirlo y si la evolución continúa, como seres inteligentes que nos consideramos, creo que sería la opción más lógica, al fin y al cabo y por desgracia, aun hoy no nos diferenciamos socialmente tanto de las hormigas y eso es algo que debería hacernos pensar.